Los resultados alcanzados por los emprendedores cubanos en tan poco tiempo a pesar de las limitaciones que tienen (altos impuestos a que son sometidas las actividades que ellos desarrollan, falta de un mercado mayorista para adquirir sus insumos, entre otras dificultades), han generado un nuevo mapa en el balance de poder en la economía cubana. Actualmente este movimiento de emprendedores genera el 17.8% de los ingresos brutos de la economía y lo sitúa como una fuerza necesaria e imprescindible en el desarrollo del país.
En casi 60 años de economía socialista nunca el sector no estatal había alanzado tanto peso en la economía de la isla. Actualmente las fuerzas armadas (Grupo GEA y el MININT) controlan ciertos sectores estratégicos, como por ejemplo: el 85% del mercado minorista, el 40% del sector hotelero dentro de la industria turística cubana, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, el 27% de ETECSA, entre otros. Sin embargo, su esquema empresarial solo representa el 23% de los ingresos brutos de la economía cubana, no un 60% como han destacado los medios de comunicación y las agencias de noticias en las últimas semanas. El resto del aparato estatal controla el 60% (exportación de azúcar, níquel, derivados del petróleo, servicios médicos, ron, tabaco, mariscos, biotecnología, las telecomunicaciones, etc.). Ver Figuras 1.
Figura 1. Balance de poder en la economía cubana actual. Sector privado vs. Estado, 2016.
Fuente: Havana Consulting Group.
En la actualidad las 535,000 personas que trabajan en el sector privado de forma oficial más otro medio millón que lo hacen informalmente, perciben una remuneración mínima promedio 10 veces superior a un trabajador estatal. Esta diferencia significativa de salario ha derivado en el nacimiento de nuevos segmentos de mercados con un poder adquisitivo diferente, por tanto, tienen unos patrones de consumo diferente al resto de la población.
En el período 2010-2016 se ha producido un verdadero boom en el sector privado cubano. Los emprendedores han desarrollado modelos de negocios muy exitosos y lucrativos. Por el volumen de licencias que están activas y el volumen de negocio que generan, los negocios más notables son: restaurantes privados popularmente llamados “paladares”, hostales para la renta de habitaciones, salones de belleza, talleres para la reparación de celulares, producción y venta de calzado, transporte y venta mayorista de productos. Este último una actividad que se ha desarrollado sin estar aprobada en el listado de las 201 modalidades permitidas.
En este caso estas modalidades mencionadas generan un volumen de negocio que podemos estimar entre 2.5 y 3.8 billones de CUC anuales. Ver Figura 2.
Figura 2. Estimación de la facturación generada por el sector privado en las 7 modalidades más lucrativas, 2016
Source: Havana Consulting Group basado en fuentes propias y las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
*Se refiere a las licencias de diferentes modalidades que tienen que ver son los salones de belleza, como masajistas, peluqueros, barbero, manicura, instructor de práctica deportiva, maquillista
** Se refiere al total de licencias para la renta de viviendas y habitaciones, tanto en CUC como en CUP
Los emprendedores que trabajan en estas modalidades mencionados y el resto de las modalidades autorizadas para ejercer el trabajo por cuenta propia han formado un tejido empresarial muy exitoso. La mayoría de estos negocios ha creado hasta su propia marca[i]. Ver Figura 3.
Figure 3. Collage of some brands created by Cuban entrepreneurs, in various sectors of the economy
Source: Havana Consulting Group, from an internet search.
Conclusiones
Un segmento importante de la población ha logrado independizarse económicamente del estado y ha logrado crear un tejido empresarial exitoso que reúne a miles de negocios privados. Más de medio millón de cubanos trabaja oficialmente en el sector privado, mientras que otro medio millón lo hace informalmente.
La ayuda económica de los exiliados cubanos ha sido un factor clave en el desarrollo de este naciente sector privado. El cual ha logrado crear un mercado de bienes y servicios que es estima entre 2.5 y 3.8 billones de dólares. El poder adquisitivo de este segmento de la población ha crecido 10 veces más como mínimo con respecto a los trabajadores que trabajan en el sector estatal.
Este cambio que se está gestando en la sociedad cubana es una prueba irrebatible de que, si el gobierno decide hacer una verdadera apertura económica y libera las fuerzas productivas, con una reforma estilo Viet Nam o China, en dos o tres años Cuba puede sacar de la pobreza a millones de cubanos. En poco tiempo sería otro país.
Por otra parte, este resultado muestra que la economía del país necesita de forma urgente una nueva ley que permita la libre empresa, para aprovechar el capital y la fiebre de emprendimiento que han demostrado tener los cubanos. La diáspora puede jugar un factor importante en la recuperación económica del país si se crea el marco jurídico adecuado. Si China y Viet Nam sacaron a más de 350 millones de personas de la pobreza en menos de 25 años, ¿Por qué Cuba no puede sacar a 10 en menos de cinco años? No cabe dudas, las condiciones están dadas para hacerlo.
Cuba necesita de un cambio de ADN social, económico y político, que por supuesto va a tomar mucho tiempo en hacerse. Eliminar al actual ADN que lleva casi 60 año enquistado en la sociedad cubana va a ser un proceso complejo que indudablemente se acelerará en la medida que esa generación en el poder vaya desapareciendo físicamente. Al menos la mutación hacia un nuevo ADN ya ha comenzado, el viejo ADN se resiste, pero cada vez va perdiendo más y más fuerza. El hecho de que los emprendedores cubanos ya controlen el 18% de los ingresos brutos de la economía con todas las limitaciones que tienen es una buena señal de que la mutación ha comenzado a gestarse.