Una gran afluencia de turistas está afectando la infraestructura turística de Cuba. Hasta septiembre de 2015, las llegadas de turistas habían sobrepasado la cifra de 400,000 respecto a igual período del año anterior, en camino de superar antes de finalizar el año el récord de más de 3 millones de turistas recibidos en el 2014. Los analistas predicen niveles aún más altos para el 2016. Sobre todo impulsado por el alza de los viajes desde los EE.UU, mercado que constituye motor principal de este crecimiento. Las estadísticas oficiales cubanas no muestran la cantidad de personas que viajan desde los Estados Unidos a la isla. Estos viajeros se incluyen en la categoría de "otros", la cual ha estado creciendo rápidamente en los últimos años y está en segundo lugar después de Canadá en el listado de mercados emisores de turistas a Cuba. |
Para llenar este vacío de información, The Havana Consulting Group (THCG) ha dado seguimiento de los viajes a la isla desde lugares claves en los Estados Unidos. De acuerdo con el monitoreo de THCG, de enero a octubre del 2015, se produjeron 3,764 vuelos a Cuba desde los aeropuertos de Miami y Tampa, 277 vuelos más que durante igual período en el 2014, y 726 vuelos más que el 2013 para un incremento del 24%.
Tabla 1. Vuelos procedentes de Miami y Tampa a Cuba.
Miami + Tampa |
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Vuelos a Cuba desde EE.UU |
2013 |
2014 |
2015 |
Enero |
369 |
460 |
407 |
Febrero |
271 |
327 |
310 |
Marzo |
301 |
370 |
402 |
Abril |
280 |
344 |
345 |
Mayo |
285 |
343 |
380 |
Junio |
302 |
340 |
371 |
Julio |
346 |
349 |
405 |
Agosto |
327 |
349 |
386 |
Septiembre |
273 |
287 |
363 |
Octubre |
284 |
318 |
395 |
Total |
3,038 |
3,487 |
3,764 |
Fuente: Basado en las estadísticas del monitoreo diario de los vuelos a Cuba que hace The Havana Consulting Group desde los aeropuertos de Miami y Tampa.
En el período de enero-octubre del 2015 han viajado desde los aeropuertos de Miami, Tampa, New York y Orlando unos 573,510 pasajeros, de los cuales 440,388 son cubanos-americanos, 116,184 norteamericanos y 16,938 cubanos que regresan de sus viajes de visitas. Estas estadísticas no incluyen los norteamericanos que hoy en día continúan viajando por Bahamas, Cancún e Islas Caimán, cuyo número en total se estiman en varios miles.
Teniendo en cuenta que noviembre y diciembre son meses tradicionalmente muy dinámicos para los viajeros estadounidenses, solamente los visitantes de los EE.UU. podrían acercarse o superar la cifra de 730.000 viajeros el presente año 2015 y de continuar esta tendencia al alza, la cifra podría alcanzar o pasar de un millón en el 2016.
Fuerte impacto en la infraestructura turística y el abastecimiento de productos alimenticios.
Las medidas de flexibilización de viajes a la isla implementada por el presidente Obama han tenido un profundo impacto en la industria turística cubana. No solo porque ha convertido a EE.UU en el segundo emisor de turistas a Cuba, sino porque ha llevado a la infraestructura turística al tope de su máxima capacidad. El impacto no solo ha sido en la capacidad de hospedaje, sino que también ha golpeado a la logística, el transporte, la distribución de alimentos y demás insumos que se requieren para atender a cientos de miles de visitantes que llegan de visita a la isla.
En el mercado minorista actualmente se observa una escasez de productos que son críticos para atender no solo el mercado turístico, sino también a los consumidores nacionales. Un par de semanas atrás THCG hizo un estudio de mercado exploratorio en alrededor de 25 tiendas en la capital del país en los municipios de mayor poder adquisitivo en dólares y donde se concentran la mayor cantidad de negocios privados relacionados con el hospedaje y los restaurantes (paladares), con el objetivo de conocer el nivel de abastecimiento de varios productos.
El resultado del estudio permitió conocer la poca disponibilidad de productos como por ejemplo las marcas nacionales de cervezas Cristal y Bucanero, en cambio se observó la disponibilidad de marcas importadas como Heineken, Beck’s, Presidente, Corona, Brahma, Prima, Sol, Claro, Bavaria, y otras más nunca vistas antes en el mercado cubano y que ahora son muy populares.
Por otra parte, llamó la atención la baja disponibilidad de carne de pollo, al punto que de las 25 tiendas monitoreadas en 12 de ellas no existía el producto, en las otras restantes apenas existía el producto en uno o dos formatos.
Con el agua embotellada y los refrescos gaseados de producción nacional ocurría otro tanto, en el 55% de las unidades monitoreadas por 10 días, no había presencia de estos productos. Señal muy clara de que la producción nacional no puede satisfacer la creciente demanda que está teniendo el mercado. La cual, no solo se ha incrementado por el arribo de turistas a la isla, sino también por el crecimiento del poder adquisitivo de la población cubana en divisas y el crecimiento del turismo interno que el año pasado llegó a 1.5 millones de turistas, la mitad del turismo internacional que llegó al país. Ver figura 1.
Figura 1. Comparación del arribo del turismo internacional con el turismo nacional
Fuente: Elaborado por The Havana Consulting Group, a partir de las estadísticas publicdas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y reportes de prensa.
A esta situación hay que sumarle la ausencia de un mercado mayorista que permita a los negocios privados con licencia para hospedaje, y elaboración y venta de alimentos, abastecerse de todos estos productos. Lo cual obliga a estos empresarios a hacer sus compras en el mercado minorista.
Este sin duda, ha sido uno de los principales factores que ha incidido en el desabastecimiento de las redes de tiendas dolarizadas, donde la población hace sus compras regularmente; amén de otros problemas-nudos como la baja producción nacional y la mala planificación de los ciclos de importación de un número importante de estos productos.
Impacto en el sistema energético.
La irrupción en el mercado de más de 57,000 licencias para negocios para la elaboración y venta de alimentos y más de 25,000 licencias para la renta de casas ha ayudado mucho a asimilar la ola de turistas que ha llegado a la país en los últimos meses, sobre todo del mercado norteamericano. Sin embargo, esto también ha tenido tremendo impacto no solo en el desabastecimiento de varios productos en las tiendas, sino en el consumo de energía, el cual se ha disparado al punto que ya se reportan apagones no planificados en un número considerable de municipios de la capital y de provincias adyacentes.
Como se puede apreciar el impacto ha tocado varios sectores estratégicos de la economía cubana. Siendo esta la realidad actual ¿qué pasaría con el potencial arribo de cruceros y ferrys a la isla, más el creciente aumento de los turistas que se espera ocurra para el año próximo que llegan por vía aérea no solo del mercado norteamericano, sino del resto de los mercados?
Al final, todo esto muestra una gran realidad: Cuba necesita grandes inversiones en su infraestructura, hoy bajo este escenario la oferta turística no satisface la creciente demanda.
Las reformas necesitan un cambio de mentalidad.
Es el gobierno cubano quien tiene que convertir estas deficiencias en oportunidades. Sin embargo, dos años después de haber lanzado la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), la atracción de las inversiones hasta el momento muestra unos resultados muy pobres, solo ocho proyectos aprobados para invertir en el Mariel.
A pesar del gran esfuerzo realizado por el gobierno en su campaña masiva para atraer el capital extranjero, los resultados muestran por un lado los problemas que generan el tener una burocracia estatal que entorpece y dilata las negociaciones, y por otro lado ponen al descubierto la mala preparación técnica, la inexperiencia y la falta de conocimientos que tienen todavía algunos grupos de negociadores cubanos pertenecientes a diversos sectores de la economía en contraste con otros que si están profesionalmente preparados.
Estos grupos mal preparados, ven a los empresarios extranjeros como al enemigo que hay que derrotar en la mesa de negociaciones y no como al socio capitalista que los va a ayudar con su capital, tecnología y experiencia a salir del estancamiento el atraso tecnológico y el subdesarrollo.
Cuba no solo necesita de inversiones, necesita de un profundo cambio de mentalidad, de conceptos, cambios de enfoque, de romper con viejos esquemas y tabúes, que permitan el despegue de una economía eficiente y dinámica que traiga el bienestar a todos los cubanos. Las oportunidades para transformar la economía existen y son reales, el plan para llevarlo a cabo es el que por el momento no está siendo efectivo. El eslogan que hoy traza el paso de las reformas: “sin prisa, pero sin pausa”, debería cambiar a uno más dinámico y optimista: “oportunidades para todos, a toda máquina”.